La Unión Bautista Latinoamericana – UBLA es una organización cristiana evangélica que reúne y coordina a las Convenciones, Uniones y Fraternidades de las Iglesias bautistas de América Latina y a sus comunidades de habla castellana y portuguesa en el mundo, para según su propia declaración: “… la expansión del evangelio”.
Simultáneamente, es uno de los seis órganos regionales representados en la Alianza Bautista Mundial.
Nuestra Historia
Orígenes de UBLA
Desde 1930 muchos líderes y pastores de América Latina comenzaron a soñar con la unión de todos los bautistas del continente para cumplir con la Gran Comisión de nuestro Señor Jesucristo. Del 8 al 10 de Septiembre de 1976, en la ciudad de Cochabamba, Bolivia, se reunieron delegados de Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú, México, Venezuela y también representantes de la Misión Bautista Canadiense, la junta de Misiones de Richmond, USA, la Misión Bautista Conservadora, la Comisión de Misiones Extranjeras de la Convención Bautista Brasileña y la Alianza Bautista Mundial. Cuando se procedió a votar, el voto fue unánime quedando constituida la Unión Bautista Latino Americana, la cual estaría formada por todas las convenciones y uniones bautistas nacionales de América Latina y las juntas misioneras.
Nuestra Misión
Vincular los bautistas latinoamericanos, para compartir experiencias, recursos, estratégias, a fin de contribuir con la extensión del reino de Dios.
El gran desafío de ayer y hoy
En su origen (1976) la Unión Bautista Latinoamericana proclama:
Bautistas de América Latina Unámonos Para la Evangelización de Nuestro Continente y del Mundo.
Objetivos
Cooperar
Compañerismo
Unidad
Acción
Unámonos
- En el fortalecimiento de los lazos de amistad que existen entre los hermanos bautistas del continente
- Organizaciones nacionales y juntas misioneras extranjeras en el amor del Señor para realizar hombro a hombro la gran tarea que Dios nos ha confiado en el Continente y el mundo.
- En fomentar la capacitación de líderes que han de impulsar este esfuerzo evangelizador en todo el continente.
- En el esfuerzo de enviar misioneros a las partes donde no han ido las personas.
- En la profundización espiritual por medio del estudio y la vivencia de la Biblia y por la oración.
- Aún más en la comunicación interpersonal como familia bautista cultivando el amor como “vínculo perfecto”.
- Para socorrer a los que sufren, especialmente en los tiempos de calamidad y dolor.